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Instagram va a lanzar esta semana una nueva función, tras incluir en su aplicación en ya popular Instagram Stories. La nueva herramienta permitirá a los usuarios enviar fotos y vídeos que desaparecen tras ser vistos. Si esto te suena de algo es probable que sea porque, básicamente, Snapchat se basa en ese funcionamiento.

Instagram no le quita el ojo de encima a Snapchat y no quiere quedar atrás en la competición, por eso el próximo lunes va a incluir dos nuevas funciones en la aplicación. La primera permitirá a los usuarios mandar fotos y vídeos a un seguidor, la persona que recibe el archivo podrá elegir si quiere verlo una última vez antes de que se borre para siempre. Eso sí, hay algo en lo que Instagram tiene la exclusiva y es que, si el usuario que recibe el mensaje decide verlo dos veces o hacerle una captura de pantalla, el que lo ha enviado será informado mediante una notificación, lo que puede acabar en alguna disputa. Así coged papel y boli, más vale estar prevenidos.

Esta nueva herramienta pone sobre la mesa una idea casi idéntica a la que presentó Snapchat cuando fue lanzada en 2011, así que el mensaje es claro: Instagram está echando un pulso a su competencia. Ya hace un mes que Instagram Stories vio la luz y la herramienta, que junta vídeos y fotos ordenados cronológicamente a lo largo del día, ya ha cautivado a los usuarios de la aplicación. A todas esas coincidencias entre las dos redes sociales se suma una más: Instagram Stories también permite utilizar filtros y añadir emoticonos o dibujos al archivo.

Con su segundo lanzamiento, Instagram va a la conquista de las transmisiones en vivo, una función que se ha convertido en tendencia y que todas las redes sociales, excepto Snapchat, han añadido a sus plataformas. Twitter tiene Periscope, YouTube utiliza live broadcasts y Facebook ofrece a sus usuarios la oportunidad de utilizar Facebook Live, extensión que su CEO Mark Zuckerberg ve como el futuro del gigante de las redes sociales.

Durante una transmisión en vivo los seguidores del usuario podrán hacer comentarios y darle a “me gusta”. La grabación en directo no puede durar más de una hora y, al contrario que en Facebook o YouTube, Instagram no permite conservar el clip. Es decir, una vez que la grabación en streaming termina no se puede compartir con los seguidores. Bajos estos esfuerzos por compartir las experiencias en directo se encuentra el afán por recrear algo que se parece a una salida con amigos.

El pulso entre redes sociales es evidente: nadie quiere quedarse atrás. El escenario digital exige innovación, dinamismo, cambio para contentar a una audiencia que se aburre demasiado rápido de las cosas. De momento Instagram ha conseguido recuperar terreno perdido y ha puesto a Snapchat en una situación que le exige innovador si no quiere acabar como Vine, al que dijimos adiós este año.